Hace 20 años, Silvia Valenciano dejó Barcelona para trasladarse al pueblo de su infancia y fue allí, en Els Hostalets de Balenyà (Osona), donde creó su taller-tienda de joyería artesanal y nació la marca Recién Llovido.
Silvia hace joyas con sensibilidad que reproducen elementos de la naturaleza, su máxima fuente de inspiración. En cada nueva colección quiere rendir homenaje a la madre tierra que nos da vida, que nos alimenta y cura y, al mismo tiempo, concienciar sobre la importancia de respetarla. “Me da mucha lástima lo que estamos provocando los seres humanos. No nos damos cuenta de que si destruimos la naturaleza, nos destruimos a nosotros mismos. Somos naturaleza y, si no la cuidamos, nos acabaremos extinguiendo”, dice.
Por esta razón, desde sus inicios la sostenibilidad ha sido un valor primordial que ha puesto en práctica de diferentes maneras: primero, ideando las fórmulas más ecológicas para su packaging, reutilizando y transformando el metal de su clientela y, más adelante, después de horas de investigación y estudio, haciendo una apuesta decisiva por los materiales trazables de origen responsable.
A medida que investigaba y conocía más las problemáticas que rodean a la minería y el negocio del metal “reciclado”, también descubría que existen alternativas más alineadas con su filosofía y valores. Quería trabajar con materias primas de extracción artesanal por parte de pequeñas organizaciones mineras que operan acorde a criterios de comercio justo, derechos humanos y protección medioambiental que, además, generan un impacto social positivo porque favorecen proyectos de desarrollo comunitario y de mejora del entorno. Buscó ese tipo de materiales entre sus proveedores habituales, sin éxito, y decidió implementar una serie de cambios.
Empezó por el metal Fairmined, con la intención de introducirlo en tres colecciones. Rápidamente obtuvo la licencia y encontró a un nuevo proveedor de confianza. En 2023 presentó Jardín, la primera de sus colecciones elaborada con plata justa y gemas de color de origen responsable. También incorporó el oro y la plata Fairmined en las alianzas, en los encargos personalizados y en algunas joyas de stock. En los monográficos y las actividades de joyería que imparte alterna la plata justa con la plata reutilizada, dependiendo de si son talleres más profesionalizados o de iniciación al oficio.
Sólo ha pasado un año desde que Silvia inició su camino hacia la joyería ética y sostenible, ¡ya ha conseguido integrar los materiales de origen responsable en todos los aspectos de su producción! En el caso de las alianzas de boda, destaca que las que hace en plata son todas de minería justa y que han tenido una acogida muy positiva por parte de la clientela: “cuando explico la historia que hay detrás del metal y su valor añadido, especialmente cuando se trata de piezas con un componente emocional tan elevado, la respuesta de la gente suele ser la mejor que podía esperar.”
Por otra parte, Silvia tiene un papel muy activo en iniciativas comunitarias de promoción de la artesanía local, la agroecología, la energía verde, de recuperación del entorno… Está firmemente comprometida con Balenyà Sostenible, una cooperativa sin ánimo de lucro dedicada a impulsar la transición energética en el municipio. Y, por supuesto, en su taller ya se han aplicado todas las medidas de ahorro, eficiencia y uso de recursos energéticos renovables. También forma parte de Pam a Pam, el mapa de la economía social y solidaria en Catalunya, y de alTERna’t, la red para la economía social y solidaria de Osona.