La demanda global de plata se sitúa en torno a las 30.000 toneladas/año, mientras crece en todos los sectores y menos del 20% de esta demanda global se puede abastecer mediante reciclaje. Esto significa que, para satisfacer el 80% de la demanda, se debe extraer nueva plata. El 90% de esta plata recién extraída cada año procede de la minería a gran escala, mientras que la MAPE produce solo el 10%. No obstante, igual que veíamos en la minería de oro, la MAPE emplea el 90 % de las personas involucradas en este proceso.
A diferencia de lo que observamos en el caso de los otros materiales principales que se utilizan en joyería, apenas existe bibliografía acerca de los impactos sociales y medioambientales derivados de la minería de plata. Creemos que ello puede responder a su característica de producto secundario en otras minerías, como las de oro, zinc, plomo o cobre (aproximadamente el 72% de la producción minera de plata). Por tanto, para hacernos una idea de los efectos socioambientales a los que se puede asociar esta minería deberemos investigar lo que sucede en las actividades mineras principales (véase apartado referido al oro).
Respecto a la minería primaria de plata, que representa cerca del 28% de la producción total, señalamos algunas cuestiones a pesar de la escasez de información. Al fin y al cabo, los efectos negativos derivados de la minería, sobre todo cuando se da de forma industrial a cielo abierto, son muy similares, tanto desde una perspectiva medioambiental y de la exposición de la población a la contaminación generada, la deforestación y el daño irreversible en el territorio, etc. como desde un análisis de derechos humanos en general y de los pueblos indígenas en particular.
La plata responsable
La plata responsable es la gran desconocida. Aunque la gran mayoría del metal lo producen grandes compañías, en la actualidad existen algunas iniciativas de pequeña minería responsable que trabajan la plata como subproducto del oro (no existen minas de plata en la MAPE). Sus volúmenes de producción de plata son modestos, pero tienen capacidad suficiente para abastecer a pequeñas marcas de joyería.
En primer lugar, destacamos la plata Fairmined, extraída de forma responsable por organizaciones mineras de Colombia. Se certifica y se comercializa de acuerdo con los criterios del comercio justo (condiciones dignas y seguras, precios justos, ausencia de trabajo infantil, respeto al medioambiente, etc.). Distintos proveedores pueden proporcionarnos este tipo de plata, así como ciertos productos semiacabados.
Otra buena opción de abastecimiento responsable de plata es Fair ASM Silver, que ofrece el proveedor alemán Fairever. Proviene de cooperativas mineras de pequeña escala, como SOTRAMI en el Perú, con una reputación a lo largo del tiempo por su responsabilidad hacia las personas y la naturaleza. Estas organizaciones siguen los más altos estándares, y han recibido numerosos informes positivos de ONG, pero el material no lo certifica ningún tercero. Sin embargo, tiene trazabilidad total del origen, es comparativamente asequible y se pueden refinar lotes más grandes de una sola vez.
En el campo de la minería a gran escala, encontramos la certificación IRMA (Initiative for Responsible Mining Assurance) para plata y otros minerales, aunque desde nuestra visión es importante apostar siempre por la MAPE debido a su impacto positivo en las comunidades locales.
La plata de minería urbana también puede ser una alternativa a tener en cuenta: se adquiere plata recuperada de radiografías médicas. Se estima que se pueden obtener aproximadamente12 gramos de plata por cada kilo de radiografías.
Para ampliar información, consulta el capítulo dedicado a la plata de nuestra guía La joyería responsable.