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Un oro del cual estar aún más orgullosas

Conversamos con la Alianza por la Minería Responsable para aprender sobre minería sostenible e indagar en las particularidades del oro ecológico, una modalidad poco conocida del Estándar de Minería Justa Fairmined.

Oro Ecológico

El oro ecológico se extrae y se procesa sin ningún tipo de producto químico tóxico, como el mercurio o el cianuro.

Como sabemos, la minería de oro está relacionada con graves impactos ambientales y vulneraciones de derechos humanos de diversa tipología, tanto cuando se da a gran escala (industrial) como en explotaciones artesanales y de pequeña escala (MAPE). Entre estas problemáticas, destaca el uso de mercurio y sus efectos en la salud y en el medioambiente, especialmente en el contexto de la MAPE puesto que causa casi el 40% de las emisiones antropogénicas de mercurio en el planeta. El mercurio que se libera, no solamente tiene serios riesgos para los mineros que lo inhalan y su entorno, sino que contamina ríos y océanos y llega, finalmente, a la cadena alimentaria global.  

Sin embargo, existen opciones de abastecimiento responsable que nos permiten darle otro significado a las joyas que creamos y, con ellas, contar historias de dignidad humana y respeto a la naturaleza desde el mismo origen del metal. La mejor alternativa que hemos encontrado es la certificación Fairmined, impulsada en el año 2014 por la Alianza por la Minería Responsable (ARM). El oro que ofrece es trazable en todo su ciclo y proviene de pequeñas organizaciones mineras en las que se garantizan condiciones laborales dignas y seguras, se excluye el trabajo infantil, se aplican mecanismos de protección ambiental y se fomenta el desarrollo socioeconómico de las comunidades. 

El Estándar de Minería Justa Fairmined incluye dos modalidades de oro: el oro Fairmined y el oro ecológico Fairmined. Ambos se producen bajo el mismo estricto estándar de minería responsable, pero presentan algunas diferencias significativas. Conversamos con ARM para conocer más a fondo las particularidades de este oro ecológico del cual estar aún más orgullosas. 

La primera diferencia fundamental está en que el oro ecológico se extrae y se procesa sin ningún tipo de producto químico tóxico (como el mercurio y el cianuro), un requisito que implica a todo el sistema de producción de la mina. Para el oro Fairmined convencional, en cambio, sí que se permite la manipulación responsable de ambos químicos, con tendencia a su reducción. De hecho, todas las minas certificadas ya operan sin mercurio, excepto una única mina que en estos momentos está trabajando para eliminarlo con el apoyo de ARM y el Mercury Free Challenge

Una segunda diferencia recae en las estrategias de restauración de las zonas y los ecosistemas en los que se interviene; por ejemplo, mediante la revegetación o la reforestación de tierras. Estas estrategias responden a una planificación a medio y largo plazo, y se diseñan en función de las características del entorno natural, el tipo de suelo y el bioma. 

Una mina que quiera obtener la certificación ecológica debe ser una mina que ya esté certificada Fairmined y cumplir, por tanto, con los requisitos básicos del estándar. Pero, además, debe demostrar, de entrada, que cumple con los dos criterios imprescindibles para la certificación ecológica.

También se evidencia una diferencia en cuanto al importe del Premio Fairmined. Este premio es un incentivo económico adicional al precio recibido por la venta del metal, que puede ser destinado a la mejora de la organización o a proyectos comunitarios de infraestructura, educación, salud, etc. Es un reconocimiento a las organizaciones mineras por su compromiso con el desarrollo de una minería responsable. Para el oro Fairmined, el Premio se establece en cuatro dólares por gramo, mientras que para el oro ecológico es de seis dólares por gramo. 

Este sobrecoste responde a la voluntad de compensar la pérdida de productividad que habitualmente se genera, ya que la tasa de recuperación del oro tiende a ser menor cuando se hace el cambio a técnicas sin mercurio o cianuro. En ocasiones, esta pérdida puede ser bastante importante y caer, por ejemplo, al 72%, como ocurre en una de las minas de Puno (Perú). 

¿Por qué no todas las minas Fairmined tienen la certificación ecológica? 

El proceso de transformación de las minas hacia formas de producción 100% ecológicas es mucho más complejo de lo que puede parecer a priori y exige años de esfuerzo. Por un lado, implica inversiones económicas muy elevadas para organizaciones pequeñas, sobre todo tratándose de actividades de subsistencia. El coste de una planta sin mercurio para una mina de este tamaño oscila en torno a los 100.000 dólares (este coste es muy superior para instalaciones de mayor escala). Se necesita de un tiempo de adaptación, que también tiene su coste y afecta la productividad de la mina. Por otro lado, requiere de un gran trabajo de cambio de cultura. A menudo, son mineros que llevan décadas trabajando con estas substancias. El mercurio facilita mucho el proceso de recuperación y, además, es barato.

A estos retos se añade otra dificultad que viene determinada por las características geológicas del entorno y del tipo de minería que favorece. De las siete minas que actualmente cuentan con la certificación Fairmined, sólo dos disponen de la certificación ecológica, y ambas son de minería aluvial (el oro proviene de depósitos que se pueden explotar por métodos a cielo abierto, con lo que es más fácil de recuperar), lo que hace posible el desarrollo de plantas con métodos gravimétricos. Estas dos minas son Oro Puno y CECOMIP, en el distrito de Ananea, del departamento de Puno, en el Perú. Adicionalmente, hay cuatro minas peruanas del departamento amazónico Madre de Dios en proceso de certificación, que presentan el potencial para llegar a producir oro ecológico y que son también de minería aluvial. 

En Colombia, en cambio, se lleva a cabo un tipo de minería subterránea y, en esta modalidad, por la forma en la que el oro está encapsulado dentro de otros minerales, es muy complicado lograr un tratamiento sin cianuro y no se puede separar el oro solo mediante métodos gravimétricos. Esto conlleva que no todas las minas podrán llegar al nivel de la certificación ecológica. 

No obstante, no significa que las otras minas Fairmined no estén realizando esfuerzos para mejorar sus manejos ambientales y reducir el uso de estas sustancias tóxicas. El caso de la mina La Gabriela, en el departamento de Antioquia, es un excelente y esperanzador ejemplo para la minería subterránea puesto que ya ha logrado, tras cuatro años de trabajo, dejar de utilizar mercurio, aunque aún emplean cianuro de forma muy controlada. La Gabriela puede llegar a convertirse, y seguramente así será en un futuro, en el primer caso de minería subterránea de oro ecológico. 

Apoyar estas iniciativas permite que las comunidades mineras avancen más rápidamente en la búsqueda de sus objetivos e inspira a otras organizaciones a seguir el camino hacia un oro del cual estar aún más orgullosas.

Artículo elaborado con la colaboración de la Alianza por la Minería Responsable (ARM).

* Si te interesa empezar a trabajar con este tipo de oro ecológico, puedes obtenerlo a través proveedores como  Fairever (Alemania), Vipa Designs (Reino Unido), que también ofrece servicio de casting, Malleable Jewelers (Canadá) y Hoover & Strong (Estados Unidos).  Para más información, consulta el nuevo catálogo de proveedores Fairmined